lunes, 25 de noviembre de 2013

Circular en O Courel: Vilamor, Vilar, Froxán, Vilamor

La aldea de Vilamor está situada en plena Sierra de O Courel, a 570 m de altura con unas maravillosas vistas sobre el valle del río Lor.
Su iglesia, construída en el siglo XVIII, es visible desde muchísimos puntos de la sierra, y toda ella conserva un aire medieval gracias a las casas de tejados de pizarra, sus típicas paredes situadas en estrechas calles y con las características balconadas y voladizos de madera, algunas de las cuales, sin restaurar, amenazan con venirse abajo en cualquier momento.
Pues desde Vilamor es de donde parte una de las rutas más interesantes del Courel y que hoy os dejamos en el Blog Grupo De Andainas Rías Baixas.
Es un recorrido circular que une Vilamor con Vilar De Courel y el poblado de Froxán. Nosotros os recomendamos, por ser más fácil para el senderista, que comencéis la ruta en el sentido de las agujas del reloj, tomando un camino a la izquierda, que siempre descendiendo y entre frondosa vegetación nos lleva hasta el río Lor.
Una vez cruzado el río por un puente de madera, conocido como de Vilar y también “Da Rastradeira”, comienza el ascenso, a través de soutos con castaños milenarios, hasta Vilar de Courel.
Allí, en un lugar casi despoblado, escondido en el bosque, casi fantasmal y que parece surgido de épocas pasadas,  podemos admirar un verdadero museo etnográfico con gran cantidad de utensilios de todo tipo, utilizados en toda la comarca en tiempos no tan lejanos.
A poca distancia de allí se encuentra el llamado Castro de Vilar situado en un lugar inexpugnable sobre una impresionante atalaya. En sus inmediaciones encontramos la pequeña pero encantadora ermita de san Roque, todo ello en un marco de  incomparable belleza.
Tomaremos ahora un estrecho sendero descendente por la ladera del monte hasta encontrarnos otra vez con el río Lor que cruzaremos por el puente de O Vao.
Llega otra vez el momento de subir hasta llegar al restaurado poblado de Froxán donde dicen que hace más de 2000 años, los romanos extraían oro de los aluviones sobre los que se asienta el pueblo.
La ruta clásica, por así decir, desde Froxán vuelve a Vilamor por carretera, pero ahora, simplemente cruzando la carretera existe la posibilidad de continuar por lugares mucho más atractivos para el caminante y hacer la ruta circular, como ha sido nuestro caso, sin tener casi que pisar el asfalto.
Reseñar que toda la ruta se encuentra perfectamente señalizada con las conocidas marcas blancas y amarillas y también con paneles indicadores al efecto, por lo que no hay peligro de perderse o de salirse del camino.  
Como digo, se trata de una de las sendas más realizadas del Courel, por otra parte todo él incomparable para ser recorrido a pie,  muy bonita por la variedad de paisajes y elementos que contiene, no sólo los ya mencionados soutos de castaños centenarios, sino por toda una infinita gama del reino vegetal con madroños, alcornoques, pinos, acebos, encinas...,
la majestuosidad de sus montañas, las tranquilas aguas del Lor, las crujientes alfombras a nuestros pies, las aldeas...
Además, ayer, nosotros contamos con un valor añadido: el color blanco de la escarcha con la que el frío mañanero tiñó el paisaje, que se ofrecía ante nosotros,
la belleza al trasluz, del deshielo en los árboles cuando Lorenzo hizo su aparición, y toda la majestuosa gama de colores del bosque en otoño... ¡En fin, una senda que os recomendamos vivamente!

No hay comentarios:

Publicar un comentario