lunes, 26 de marzo de 2012

Ruta Marín-Bueu A Través De Las Playas

Este último fin de semana del mes de marzo tocó cambiar la hora y dormir una hora menos…
Pero en el Blog Grupo De Andainas Rías Baixas no cambiamos nuestras costumbres y aquí estamos una vez más al pie del cañón en una más de nuestras caminatas.
Esta vez no nos alejamos mucho de Pontevedra capital pues nuestra andaina discurrió desde Marín hasta Bueu. Es una etapa costera en donde contamos siempre con la presencia del mar a nuestra vera.
Tuvimos nuestro punto de partida al pie mismo de La Escuel Naval Militar y enfilamos hacia la llamada “Ruta das Praias”, una ruta que está señalizada con rayas blancas y azules desde el paseo que comienza a la altura del antiguo Hospital Militar.
La primera playa que avistamos es la pequeña pero encantadora playa de Portocelo, y a continuación la de Mogor.   
Una vez aquí nos desviamos por un sendero a mano izquierda, que nos conduce a la conocida popularmente como “barriada de Mogor” para admirar los vestigios en piedra que nos dejaron nuestros ancestros, los petroglifos que allí se encuentran y que se aprecian sin dificultad.       
Y así, caminando sobre la arena de la playa, y después un pequeño tramo de asfalto, llegamos a la playa de Aguete, cuyo arenal también atravesamos. 

Nos dirigimos hacia el club de mar en donde nos encontramos con una casa en cuya fachada luce un impresionante escudo. Es la casa en donde vivió Juan Gago de Mendoza, un corsario, convertido en guerrillero, y que acaudilló a la gente del Morrazo para liberar Marín de las tropas napoleónicas… 

Desde aquí, subimos una cuesta y a la mitad nos desviamos a la derecha, siguiendo las marcas blancas y azules y tras una bajada nos damos de bruces con la playa de Loira, una playa en forma de duna y circunvalada por un pequeño río, el Loira, que desemboca en el mar.

Cruzamos el puente sobre el río y llegamos a las instalaciones de una antigua salazón. Seguimos la marcha por detrás de ésta, y nos encontramos gratamente sorprendidos caminando por un sendero de tierra y de hierba que es una maravilla. 
El paisaje que contemplamos es espectacular pues, la senda es un verdadero balcón abierto a la Ría, sin nada que nos impida la visión. Incluso parece que en cualquier momento podemos usarla de trampolín y caer directamente sobre las azules y tranquilas aguas que la Ría nos presentaba este domingo... 
Podemos ver lejos, muy lejos el horizonte, y sobre la superficie totalmente plana del mar, las bateas, y a nuestra derecha bosques de pinos... Continuamos caminando y tras un ligero descenso llegamos a la playa de O Santo,  frente a la isla del mismo nombre, en donde hacemos una ligera parada para tomar un refrigerio...
Continuando nuestra marcha, caminamos sobre las rocas y arribamos a la playa de Lapamán... 
Una vez allí se nos planteó una pequeña duda de si salir a la carretera o continuar la aventura por las rocas... La respuesta fue unánime: Por las rocas... 
Y allá que nos fuimos de escalada sorteando, subiendo y bajando las cumbres y picos que se nos ponían por delante, para llegar a la pequeña playa de Covelo.
Pero no terminó aquí nuestra ascensión pues aún tuvimos que superar un tramo de escaleras bastante empinado... 
Subimos una ligera cuesta, salimos a la carretera general unos metros, y bajando por una pista a la derecha llegamos a la playa de Portomaior, un arenal de finísima arena blanca, que para sí quisieran en muchos lugares famosos que presumen de playas pero que realmente no saben lo que es bueno...
Continuamos hacia Agrelo, y después a Loureiro. Aquí volvimos a subir otro tramo de escaleras que nos conducen a la carretera general, que seguimos un corto trecho, hasta que bajamos a la playa de Pitís
La recorrimos, y tras pasar las instalaciones del Club de Mar de Bueu, llegamos, por fin, acalorados pero contentos, a nuestra línea de meta que hoy se encontraba en el puerto de Bueu. Aquí, siempre me paro a contemplar el monumento pétreo, muy original, erigido a la memoria de Johan carballeira, me río con su caricatura y nunca dejo de leer sus palabras: 
“E o día que o fondo de bondade do pobo quede ceibe, non haberá forza meirande que a súa...”
Y sus versos dedicados al mar:
"A praia
 unha amante
 escrava do mar:
 bérralle,
 zorrégalle
 e vaina a bicar".


domingo, 18 de marzo de 2012

Ruta En La Illa de Arousa

Este domingo 18 de marzo nos acercamos hasta la Illa De Arousa para realizar una caminata bordeando casi todo su litoral y así poder contároslo desde El Blog Grupo De Andainas Rías Baixas.
Es una ruta que no está señalizada, pero que, como siempre, nos lleva a conocer uno de los rincones maravillosos de nuestra privilegiada geografía. 
Dejamos los coches en el puerto de la Illa y comenzamos la caminata con el saludo del Arco Iris que, como podréis ver en las fotos, estaría con nosotros en varias ocasiones a lo largo de toda la jornada. 
Caminamos teniendo el mar siempre a nuestra derecha, al principio por un paseo de zahorra, alternando con arena e incluso con pasarelas de madera. Así llegamos hasta el faro de Punta Cabalo, en donde unos pescadores afortunados nos mostraron uno de sus trofeos: un enorme congrio…
Desde este paseo las vistas son maravillosas, tanto en la cercanía, por la presencia constante del mar azul a nuestro lado derecho, por la vegetación a nuestra mano izquierda, el arco Iris en el cielo y también más allá, en la otra orilla donde podemos divisar Rianxo, Cabo da Cruz, Boiro, A Poboa do Carmiñal, Santa Uxía de Ribeira… Es la llamada ruta Dos Cons, por la abundancia de estas gigantescas rocas a lo largo de todo el sendero.
Continuamos a la izquierda para llegar hasta el campo de fútbol de A Bouza. Allí volvemos a coger a la derecha, y  por un camino rodeado de tojos y retamas llegamos hasta las instalaciones de un radar que controla todo el tráfico marítimo de la Ría. Durante el trayecto podemos contemplar el Islote Areoso con sus playas de blanquísima arena. Y aquí giramos a la izquierda y por un camino de tierra descendemos  hasta encontrarnos una vista impresionante del pueblo y el mar.
Subimos al monumento al Sagrado Corazón y continuamos bajando por una pista de asfalto y de cemento. Giramos a la izquierda, y, siempre con el mar a la derecha continuamos hasta la playa de Gradín. Y ya a partir de aquí la caminata será una sucesión de pequeñas calas ideales, algunas con las barcas esperando los remos y los remeros, alternando con bosques de pinos.
Paisaje este que una vez más nos hace pensar que realmente vivimos en un auténtico paraíso: Nuestra Galicia y nuestra maravillosa provincia, Pontevedra. Y así llegamos hasta el lugar de Quilmes. Cerca de allí se encuentra el molino de Las Aceñas, un molino de los llamados “de marea” cuyo dueño, muy amablemente abrió y nos permitió pasar al interior para conocer este peculiar molino que funcionaba con el bajar y el subir del agua de las mareas.

De nuevo continuamos, ahora por el llamado sendero Dos Pilros, cala tras cala y pinar tras pinar, contemplando allá en la lontananza la Illa de A Toxa Y el Grove, hasta Punta Carreirón en donde además de la playa encontramos un área recreativa con mesas y bancos de piedra…
Pero no nos quedamos aquí, sino que continuamos andando para encontrarnos de nuevo con bonitas calas, piedras de forma caprichosa, dunas de vegetación única, pequeñas lagunas y ensenadas que durante el invierno sirven de refugio a muchas aves acuáticas. 

Dando la vuelta a la Illa De Arousa, y siempre con el mar a nuestra derecha regresamos a Punta Carreirón, pasamos el Con do Cocodrilo y llegamos hasta el inicio del puente que comunica la Illa con el continente, y que en esta ocasión es también nuestro punto final. 
En cuanto al tiempo, señalar que estamos teniendo mucha suerte este año, pues, aunque estaban anunciadas lluvias, el agua sólo hizo acto de presencia en dos momentos durante toda la caminata, pero sin demasiada fuerza, e incluso Lorenzo quiso participar en nuestra andaina haciéndose notar mucho más que las nubes, el agua o el viento.
La senda recorrida es muy fácil de caminar, pues casi siempre lo hacemos sobre pistas de zahorra, tierra, un poco de asfalto y en varias ocasiones bajamos a las calas y marchamos directamente sobre la arena blanca, impresionante. Por eso os animo a que os acerquéis a la Illa de Arousa, a la menor ocasión y disfrutéis como nosotros lo hicimos recorriendo y bordeando toda su costa espectacular.
Y como ya sabéis, los que seguís nuestras andanzas, la caminata tiene su continuación en el almuerzo… Nunca nos perdemos esta parte… Y después, en esta ocasión, nos dirigimos al Monte Lobeira y al Mirador del Faro Das Lúas desde donde no os puedo contar el impresionante paisaje que se puede contemplar…
¡Lo mejor es que os acerquéis hasta allí y lo veáis in situ!… ¡Merece la pena! ¡No os vais a arrepentir!
VER LA RUTA EN WIKILOC 

lunes, 5 de marzo de 2012

Ruta Barrantes- Vilanova De Arousa

Este domingo 4 de marzo  decidimos realizar una parte de la nueva ruta Jacobea que une Pontevedra con Vilanova de Arousa. y así poder contároslo en El Blog Grupo De Andainas Rias Baixas.
Concretamente el último tramo que viene de La Armenteira, pasa por Barrantes y nos lleva a Vilanova De Arosa
 La perspectiva meteorológica no era muy buena pues todos los partes indicaban lluvias para toda la jornada.
Y, efectivamente, cuando a golpe de despertador fuimos sacudidos y obligados a dejar nuestros lechos, parecía que alguien desde las alturas se dedicaba a arrojar calderos de agua sobre la ciudade de Pontevedra.
                             
Pero ya sabéis que una climatología adversa no impide que nos pongamos las botas, cojamos la mochila y  el bastón (en este caso el paraguas) y nos pongamos en marcha para conocer un bonito rincón más de nuestra geografía. 
Y así fue… Llegamos a Barrantes y dejamos el coche en el aparcamiento que hay junto a la rotonda en donde comienza la ya tantas veces visitada Senda de la Piedra y el Agua… Y, efectivamente, caía agua, pero era una muy fina llovizna que al poco desapareció y que ya no volvió a hacer acto de presencia. Cosa ésta que agradecimos enormemente, pues si bien ello no nos impediría andar, todos sabéis la incomodidad que supone caminar bajo la lluvia y pertrechados bajo capas impermeables, paraguas abiertos y demás…

Al comienzo de la ruta estuvimos un poco desorientados porque sólo encontramos una flecha indicadora amarilla que no sabíamos bien hacia dónde nos dirigía, y que por mucho que buscamos en varias direcciones no tenía ninguna compañera que nos esclareciera por donde tomar, si hacia la derecha, si al izquierda, si enfrente… En fin… 
Menos mal que nos encontramos con otros caminantes, algo enterados, a los que preguntamos y nos encaminaron hacia la llamada Senda del Umia… Hacia allí nos dirigimos, y después de pasada la referencia de una conservera, en el Puente de Barrantes, efectivamente allí estaba otra flechita amarilla, esta vez bien marcada, y que no presentaba ninguna duda hacia qué dirección debíamos de seguir caminando… 
Y así continuamos, teniendo el río Umia a nuesta izquierda, por una pista de zahorra hasta a Ponte de Cabanelas
Cruzamos el puente y otra vez siguiendo el Umia, ahora a nuestra derecha llegamos hasta Ponte Arnelas. Aquí el camino hace un bucle y nos vuelve sobre nuestros pasos, si bien ahora las flechas han cambiando de color y son verdes… 
Como digo volvemos otra vez hasta el puente y dando un rodeo, quizás para evitar el peligro de una rotonda y el cruce de la carretera llegamos, ya subiendo hasta Oubiña. Allí encontramos un área de recreo con un cruceiro que, curiosamente presenta a Santiago Peregrino. Y a lo largo de la ruta volveremos a encontrar diseminados muchos otros cruceiros, también con Santiago, con San Roque… E incluso la imagen de una Piedad en el muro de una casa…
La senda es fácil de andar, llana en general, excepto en un ligero tramo de ascensión pero que coincide en un bosque de pinos, en donde por lo menos cuentas con una buena oxigenación para ayudar en la subida. 

Pasamos por fincas cultivadas o a la espera de serlo, que llamaron mi atención por estar abonadas con restos de conchas de mejillón, algo que me hizo remontar a mis años de infancia. Y también, como no, por inmensos viñedos recién podados y arreglados. Aquí hay que  prestar atención y cuando se llega a la altura de las bodegas D. Olegario tener la precaución de dejar atrás las flechas verdes y seguir otra vez las flechas amarillo fuerte. También hay algún tramo de asfalto como cuando pasamos por San Miguel de Deiro, Cores o San Roque do Monte. Continuamos bajando y de repente nos encontramos con el mar en la playa de Castelete.
Y caminando sobre la arena, nos deslizamos por debajo del puente que conecta la Isla de Arousa con la península, continuamos por la playa de o Terrrón, de arenas finas y blanquísimas, y ya finalmente, después de traspasar una pasarela sobre las aguas, llegamos al puerto de Vilanova de Arosa.